Una introducción a los Smartcontracts

La tecnología blockchain ha impactado la economía en múltiples formas, constituyendo una base para el intercambio entre las personas de manera ágil, simple y segura. Desde hace mucho, las relaciones comerciales o con un sustrato patrimonial se han documentado mediante contratos, los cuales establecen los derechos y obligaciones de las partes, así como los términos y condiciones que regulan las relaciones.

Los smartcontracts constituyen códigos de programación, en el blockchain, que son autoejecutables. Dicho de manera más simple, son un conjunto de reglas que contienen las condiciones acordadas por las partes (y que fueron programadas) para hacer una transacción. Se asocia una acción a una o varias de esas condiciones, por lo que, cuando esta se produce y se verifica, entonces se toma, automáticamente, la acción prevista.

Funcionan bajo una lógica de “si o cuando” se produce una determinada situación, “entonces” se da una acción o consecuencia predeterminada. A manera de ejemplo, se puede tener una suma de dinero retenida hasta que se produzca una determinada condición, por ejemplo, el traspaso de un NFT (Non Fungible Token). Una vez que el traspaso se verifique, entonces se liberarían los fondos. Por tanto, la clave en este tipo de transacción es la claridad en la definición de las instrucciones y las acciones correspondientes.

Es importante mencionar que ninguna de las partes administra el smartcontract, sino que está programado en la red de blockchain — por decirlo de alguna manera — por lo que es muy seguro y transparente para las partes involucradas; además de la seguridad propia del blockchain. Adicionalmente, tiene la ventaja de que es muy eficiente, ágil y preciso.

Esto no excluye la posibilidad de que surjan disputas, por lo que los smartcontracts pueden incluir reglas específicas para resolver los conflictos entre las partes.

El desarrollo de este tipo de mecanismos es un ejemplo de cómo las transacciones cada vez más se irán desarrollando mediante mecanismos digitales, y menos en la forma tradicional a la que estamos acostumbrados.