Para reconocer un correo falso, hay tres elementos clave a verificar. Primero, coloca el cursor sobre el remitente sin hacer clic para ver la dirección de correo electrónico de origen. Si, a pesar de aparecer el nombre de tu banco, la dirección es de un dominio como Hotmail, es indicativo de fraude, ya que los correos legítimos de bancos provienen de dominios oficiales, como "nombredebanco.com". Segundo, los correos falsos suelen contener mensajes que indican una situación urgente que requiere atención inmediata, instando a hacer clic en enlaces o botones. Estos tres factores: la dirección de correo dudosa, el contenido del mensaje y la solicitud de hacer clic en un enlace, son señales claras de un intento de estafa. Ante la sospecha, lo más seguro es no interactuar con el correo y contactar directamente a la institución financiera para verificar cualquier situación que se mencione.