Costa Rica se destaca en la región por cerrar brechas en inclusión financiera, con un índice de inclusión financiera cuatro puntos porcentuales por encima del promedio de América Latina y el Caribe. La pandemia aceleró la transformación tecnológica, y en dos años todos los bancos del país lograron tener disponibles sucursales electrónicas, ofreciendo en promedio noventa y siete trámites de manera digital.